Lacoenzima Q10 (CoQ10) es un antioxidante que el organismo produce naturalmente. Sin embargo, sus niveles disminuyen con el paso del tiempo, por eso, después de los 35 años, es importante complementar tu rutina de belleza con productos que contengan esta coenzima y preservar la belleza y juventud de tu piel.
Las rosas, tienen efectos beneficios cosméticos y fragantes. El aceite extraído de sus pétalos, se puede usar sobre la piel para estimular la regeneración, un par de gotas de esencia de rosas en el agua del baño, son suficientes para aliviar la tensión.
Se dice que Cleopatra, tomaba largos baños de inmersión con pétalos de rosas para lucir una piel hidratada y suave.
La caléndula es uno de los remedios naturales para la piel por excelencia, pues tiene propiedades cicatrizantes, regeneradoras y calmantes. Es regeneradora de tejidos y mejora la textura de la piel.
La piel mixta, es el tipo de piel más común. Con una zona grasa en forma de T que comprende la frente, la nariz, el mentón, y una zona seca en las mejillas, alrededor de los ojos y el cuello.
La piel seca tiene una apariencia árida y escamosa, y a menudo da la impresión de estar tensa. Por la falta de grasa, es muy sensible a los cambios del ambiente, se escama fácilmente y se enrojece con el aire seco.
Sigue esta rutina para darle el cuidado que tu piel necesita.
La piel grasa produce más sebo de lo normal, por eso tiende a ser brillante y de poros grandes. Este tipo de piel, atrae la suciedad más rápido, por eso, idealmente debes limpiarla con agua, masajeándola delicadamente con la yema de los dedos.
Sigue estos pasos y dale el cuidado que tu piel normal necesita.
Si tienes piel normal, seguramente más de una vez has escuchado frases como “tienes piel de bebé”, o “tu piel parece la de una porcelana”, y sí, todo esto que escuchas es normal, pues tienes la piel ideal.